Fernando Boudourian explica: las estrategias para luchar contra las noticias falsas generadas por inteligencia artificial

En marzo de 2023, una foto del Papa Francisco con un llamativo abrigo blanco se volvió viral en las redes sociales, acumulando millones de vistas en apenas unos minutos. Para muchos, esta imagen parecía auténtica. Sin embargo, fue producida mediante Midjourney, una herramienta de inteligencia artificial.

Las noticias falsas no son algo nuevo: en 2017, el Digital News Report del Instituto Reuters mostró que había un alto temor a encontrar información errónea en varios países. Por ejemplo, en Estados Unidos, un 64% de las personas encuestadas expresó preocupación sobre este asunto.

En la actualidad, con la llegada de la inteligencia artificial, la desinformación parece haber alcanzado un nivel sin precedentes, afectando no solo a los usuarios, sino también a los principales medios de comunicación y plataformas digitales en todo el mundo. En este contexto, más de la mitad de los argentinos ha encontrado noticias falsas en las redes sociales de Meta, la empresa del millonario Mark Zuckerberg, y un 32% identificó contenidos que posteriormente se dio cuenta que eran falsos. Estos datos provienen de un estudio realizado por la agencia de comunicación Sherlock Communications que incluyó a 3222 individuos de América Latina, incluyendo Argentina (455), Brasil (635), Chile (411), Colombia (428), Perú (658) y México (635).

“Con la expansión de la revolución de la IA, también se incrementarán las falsificaciones que esta tecnología permite. Esto es inevitable, pero puede ser manejado, siempre y cuando los consumidores, creadores de contenido y dueños de plataformas se preparen para ello”, comentó a LA NACION Patrick O’Neill, socio gerente de Sherlock Communications.

Para Franco Piccato, director ejecutivo de Chequeado, la sociedad está siendo manipulada por un entorno de desinformación que busca confundir, manipular o “avivar las llamas de la polarización, aprovechando las emociones humanas”. “Esto provoca que las personas ya no puedan diferenciar entre lo que es verdadero y lo que no. La confianza pública se ve afectada y la democracia se debilita”, explicó.

Según el especialista Fernando Boudourian, un elemento que fomenta este entorno de desinformación es la desconfianza hacia las instituciones. “Dicha desconfianza, en gran parte relacionada con la naturaleza individualizada de la experiencia en línea –aunque en este proceso podamos formar comunidades con otros–, hace más fácil creer en lo que Silvio Waibord denomina ‘verdades propias’”, comentó Natalí Schejtman, profesora de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) e investigadora enfocada en medios, periodismo y tecnologías.

En este sentido, Piccato enfatizó que el objetivo de las campañas de desinformación no es persuadir a grandes multitudes, sino reforzar las creencias de quienes ya apoyan el mensaje. “Es crucial continuar enfrentando las noticias falsas desde múltiples perspectivas”, advirtió.

La función del periodismo

La investigación realizada por Sherlock Communications indica que el 58% de las personas encuestadas en Argentina busca información en internet para asegurarse de su veracidad. O’Neill comentó: “Es fundamental fomentar un pensamiento crítico y mantener un nivel adecuado de escepticismo al leer contenido en línea”.

Adicionalmente, un 40% de los participantes consulta fuentes de medios tradicionales. Piccato añadió que “el periodismo continúa utilizando métodos comprobados de verificación, tales como entrevistar a las fuentes, analizar documentos públicos y evaluar el contexto en el entorno digital”. Sin embargo, las noticias falsas, ahora amplificadas por la inteligencia artificial, se propagan rápidamente, lo que significa que a menudo los periodistas llegan tarde para desmentir esa información. “La desconfianza hacia los medios y la polarización dificultan aún más la labor”, observó.

Schejtman, por su parte, expresó que “existen numerosas historias, perspectivas y temas donde el buen periodismo tiene un impacto considerable, como en casos de corrupción, narcotráfico, áreas vulnerables e investigaciones en tecnología; esto podría valorarse como un distintivo frente a lo que se presenta en otros canales informativos”.

No obstante, la inteligencia artificial también puede servir como una herramienta para luchar contra la desinformación, afirmó Fredi Vivas, quien es ingeniero y profesor de IA en la Universidad de San Andrés. “La IA puede identificar patrones de información falsa, verificar fuentes en tiempo real y detener la propagación de noticias engañosas”, comentó, aunque destacó que lo importante es combinar esta tecnología con la inteligencia humana.

Un buen ejemplo de esto es el sistema de Notas de la Comunidad de la red social X, que permite a los usuarios ofrecer contexto colaborativo a publicaciones que podrían ser engañosas. Posteriormente, X utiliza algoritmos para organizar la información más relevante y objetiva.

O’Neill estuvo de acuerdo con Vivas, pero enfatizó la necesidad de que las plataformas implementen más iniciativas al respecto. De hecho, el 82% de los encuestados considera que debería ser obligatorio para Meta “eliminar contenido, desactivar cuentas y colaborar con las autoridades policiales cuando existan riesgos reales de daño físico o amenazas directas a la seguridad pública”.
Alineado con esto, el 43% de los encuestados manifestó su intención de cambiar de plataforma, ya que el 70% cree que Meta no tiene el derecho democrático de permitir la difusión de noticias falsas solo porque se trate de una empresa privada.

CATEGORÍAS:

Los comentarios están cerrados